• Ser fumador incrementa más del doble la probabilidad de ser una persona de elevado coste sanitario; además dejar de fumar aumenta la productividad laboral en un 4,5%
• Los pacientes no fumadores presentan una media de 7 días de incapacidad laboral frente a los 11 de los pacientes fumadores.
• Los costes anuales por el uso de los diferentes servicios sanitarios es de 474,71€ para los no fumadores y de 848,64€ para los pacientes fumadores.
• El promedio de costes indirectos en personas no fumadoras es de 1.434,30€, y de 2.253,90€ en los fumadores.
Los trabajadores que están «enganchados» al tabaco resultan más caros. En concreto cuestan a las empresas hasta 2.000 euros más en términos de productividad que aquellos compañeros que han conseguido librarse las garras de la nicotina. Así se desprendía de un reciente estudio realizado en 2013 por la Sociedad de Prevención de Fremap y la empresa farmacéutica Pfizer
Según el citado estudio, de estos 2.000 euros de más que un fumador cuesta a su compañía el 73% corresponde a una pérdida de productividad derivada del tiempo invertido en echar unos cuantos cigarrillos en plena jornada, mientras que el resto del coste se atribuye a la mayor posibilidad de absentismo laboral de estos trabajadores respecto de los que no fuman.
En esta misma línea se manifiesta la Sociedad Española de Neumología y Cirugía torácica (SEPAR) que asegura que la productividad laboral de las personas que abandonan el tabaco aumenta un 4,5% un año después de dejar de fumar y los pacientes no fumadores presentan una media de 7 días de incapacidad laboral frente a los 11 de los fumadores.Y es que el consumo de tabaco produce enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, respiratorias y diferentes cánceres. En consecuencia, la morbilidad ocasionada por el tabaquismo genera un incremento del coste sanitario, ya que supone un mayor uso de recursos sanitarios.
En este sentido, los pacientes con hábito tabáquico presentan mayores tasas de absentismo laboral, siendo las bajas laborales anuales más frecuentes y más prolongadas en pacientes fumadores que en no fumadores. “En pacientes exfumadores, tras el primer año después de dejar de fumar, se ha comprobado un aumento de la productividad laboral de un 4,5%, respecto a los trabajadores que continúan fumando. Dicha productividad crece con el tiempo hacia valores observados en trabajadores no fumadores”, explica la doctora Isabel Nerín, neumóloga, miembro del Área de Tabaquismo de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) y firmante del estudio titulado “Costes derivados del uso de servicios sanitarios y bajas laborales en pacientes fumadores: estudio en una comunidad urbana”, publicado recientemente en la revista científica Archivos de Bronconeumología.
Según los últimos datos publicados la prevalencia del tabaquismo en España es del 24% en mayores de 15 años. Sin embargo, el consumo de cigarrillos no afecta solamente a los trabajadores fumadores. El tabaco también produce serias consecuencias en las personas no fumadoras que inhalan pasivamente el humo, y aunque son difíciles de estimar en términos económicos, pueden incrementar los coses del tabaquismo hasta en un 15%, en función de las medidas reguladoras establecidas en cada país. “Nuestro estudio muestra que el coste sanitario anual en fumadores es de 848,64€ y de 474,71€ en no fumadores, lo que supone un sobrecoste del 44%”, asegura Nerín.
El sobrecoste generado por los pacientes fumadores está directamente relacionado con la mayor utilización de los servicios sanitarios evaluados, el mayor consumo de fármacos de uso crónico y con el incremento de los días de baja laboral por incapacidad temporal. “El hecho de ser fumador incrementa más del doble la probabilidad de ser una persona de elevado coste sanitario. Los resultados obtenidos indican que en pacientes no fumadores la media de días de baja laboral por incapacidad temporal se sitúa en 7, mientras que en pacientes fumadores es de 11”, añade.
Costes sanitarios
Cabe destacar que los pacientes exfumadores pueden generar más gasto sanitario que los no fumadores en los primeros 4 años después de la cesación. Estudios publicados demuestran que los pacientes exfumadores de menos de 3 años suponen un 46% más de gasto de hospitalización. Los de 3-15 años un 22% y a partir de los 15 años el coste es similar a los que nunca han fumado.
En relación a los costes indirectos, hay una evidencia consistente de que el tabaquismo incrementa tanto el riesgo como la duración del absentismo laboral. El estudio revela que el coste anual por incapacidad temporal y pérdida de productividad es de 2.253,90€ en fumadores y de 1.434,90€ en no fumadores, lo que supone un a pérdida 819,60€ por fumadores. “En el ámbito laboral, se deberían promover políticas y programas orientados a los trabajadores para fomentar el cese del hábito tabáquico, ya que supondría un ahorro económico y una importante mejora de la productividad laboral”, afirma la Dra. Nerín.
En España, a pesar de las medidas puestas en marcha en los últimos años, una de cada siete muertes ocurridas al año en individuos mayores de 35 años es atribuible al consumo de tabaco. La financiación pública del tratamiento del tabaquismo puede ser una medida para contribuir a medio plazo en la reducción de costes sanitarios y sociales relacionados con el tabaco. “Es necesario que la prevención y el tratamiento del tabaco sean prioridad dentro de las políticas sanitarias para contribuir así a la contención del sobre coste sanitario y social que supone el consumo de tabaco a lo largo de la vida”, concluye la Dra. Inmaculada Alfageme, presidenta de SEPAR.
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