«Las precauciones para viajar tranquilos comienzan al hacer el equipaje: fotoprotección, repelentes de mosquitos, ropa cómoda y una alimentación e hidratación adecuadas deben ser nuestros compañeros de viaje”, recuerda Julio Maset, médico de Cinfa
Montaña o playa, destino nacional o un país extranjero, culturas occidentales o exóticas… Cuando dejamos nuestro hogar para cambiar de aires en vacaciones, los destinos son tan numerosos como variados, pero todos ellos poseen un denominador común: la necesidad de estar preparados para afrontar imprevistos relacionados con la salud que puedan surgir.
Como recuerda Julio Maset, médico de Cinfa, “un desorden gastrointestinal, una quemadura solar o las picaduras de insectos pueden hacernos pasar muy mal rato e, incluso, dar al traste con parte de nuestras vacaciones. Pero, si tenemos en cuenta las complicaciones relacionadas con la salud que pueden aparecer en un viaje, estaremos mejor preparados para afrontarlas y mitigar sus efectos”.
Botiquín completo y protección contra el sol
Los imprevistos pueden producirse en cualquier lugar, también en una casa rural o en la zona de playa a la que volvemos todos los años. “Sea cual sea nuestro destino este verano, es en el momento de hacer el equipaje cuando debemos empezar a tomar las precauciones que nos permitirán viajar tranquilos. Para empezar, en nuestra maleta no debe faltar un botiquín con los medicamentos más básicos, calzado cómodo para evitar las molestias en los pies y fotoprotectores de factor 30 o superior, gorra y gafas de sol”, añade el doctor Maset.
En caso de viajar a zonas tropicales, la prevención debe ser todavía mayor. Además de acudir con antelación suficiente al Centro de Vacunación Internacional, en nuestro equipaje no puede faltar un repelente de mosquitos que sea eficaz para el medio al que vayamos, como los que cuentan entre sus principios activos con la dietiltoluamida (DEET). Por último, como recalca el experto de Cinfa, no podemos olvidar los buenos hábitos referentes a la alimentación y al ejercicio durante las vacaciones. “Viajamos para descansar y relajarnos, pero nunca debemos desconectar del cuidado de nuestra salud”, concluye. Diez consejos para unas vacaciones saludables:
1. Practica una alimentación saludable. El estreñimiento es un compañero de viaje habitual, por lo que, en vez de relajarte en la dieta, trata de consumir alimentos ricos en fibra, como las frutas y verduras, pero bien lavadas y peladas. Evita los alimentos crudos o poco cocinados y las salsas, especialmente si contienen huevo y cuando no sean recién preparadas o hechas en un lugar de confianza. También es recomendable practicar a diario un poco de ejercicio.
2. Bebe líquido abundante. Más que nunca en vacaciones, recuerda ingerir como mínimo dos litros de agua al día para mantener tu organismo hidratado. Te ayudará tanto a hacer frente al calor, como a evitar los problemas intestinales. En caso de visitar países tropicales o en vías de desarrollo, toma siempre agua embotellada, evita los hielos y si tomas frutas o verduras, que sean lavadas con agua embotellada.
3. Frente al jet-lag, mantén una correcta rutina del sueño. Tras un vuelo de larga distancia, tu reloj interno tiende a prevalecer frente a los husos horarios del nuevo destino. Para evitar la somnolencia o el insomnio, intenta dormir lo máximo posible durante el vuelo, en caso de que llegues temprano al lugar de destino y, en caso de que llegues por la noche, acuéstate lo antes posible. Posteriormente, trata de mantener un horario de sueño regular. Alimentos ricos en melatonina o complementos que la contengan pueden ayudarte a restaurar tu ritmo de sueño.
4. Cuando viajes evita la ropa ceñida y mueve las piernas con frecuencia. Para evitar la sensación de piernas cansadas y la retención de líquidos, son convenientes las prendas holgadas que favorezcan la circulación. Mejor, que sean de tejidos naturales o algodón.
Mejor, que sean de tejidos naturales o algodón. Si haces viajes largos en coche o avión, mueve frecuentemente pies y piernas, girando los tobillos y, si es posible, pasea cada cierto tiempo. Si has tenido alguna vez problemas de coagulación, consulta a tu médico antes de un viaje largo en el que tengas que estar inmóvil durante mucho tiempo.
5. Presta atención a tus pies. Sobre todo cuando se hace turismo, es necesario utilizar un calzado flexible y de anchura adecuada a nuestros pies, para prevenir la aparición de rozaduras, callos o ampollas. Opta por los zapatos de planta acolchada o, en su defecto, utiliza una almohadilla plantar. Usar calcetines de algodón evita las rozaduras y el sudor excesivo. También es fundamental secar e hidratar bien los pies y, en piscinas o zonas comunes, utilizar escarpines o chancletas para evitar el desarrollo de hongos.
6. Protégete adecuadamente del sol. Elijamos un destino de playa, naturaleza o cultural, en vacaciones siempre pasamos más tiempo al aire libre. Por eso, en tu maleta no deben faltar gafas de sol y un sombrero, además de los imprescindibles fotoprotectores de factor 30 o superior, que te protejan frente a las radiaciones UV, visible e IR-A y que debes usar durante todo el día y reaplicar tras el baño o la sudoración.
Mejor, que sean de tejidos naturales o algodón. Si haces viajes largos en coche o avión, mueve frecuentemente pies y piernas, girando los tobillos y, si es posible, pasea cada cierto tiempo. Si has tenido alguna vez problemas de coagulación, consulta a tu médico antes de un viaje largo en el que tengas que estar inmóvil durante mucho tiempo.
5. Presta atención a tus pies. Sobre todo cuando se hace turismo, es necesario utilizar un calzado flexible y de anchura adecuada a nuestros pies, para prevenir la aparición de rozaduras, callos o ampollas. Opta por los zapatos de planta acolchada o, en su defecto, utiliza una almohadilla plantar. Usar calcetines de algodón evita las rozaduras y el sudor excesivo. También es fundamental secar e hidratar bien los pies y, en piscinas o zonas comunes, utilizar escarpines o chancletas para evitar el desarrollo de hongos.
6. Protégete adecuadamente del sol. Elijamos un destino de playa, naturaleza o cultural, en vacaciones siempre pasamos más tiempo al aire libre. Por eso, en tu maleta no deben faltar gafas de sol y un sombrero, además de los imprescindibles fotoprotectores de factor 30 o superior, que te protejan frente a las radiaciones UV, visible e IR-A y que debes usar durante todo el día y reaplicar tras el baño o la sudoración.
7. No te dejes puesto el bañador húmedo. La humedad en la ropa tras el baño favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis o infección del tracto urinario, por lo que es mejor que te pongas ropa seca cuanto antes.
8. En guardia contra las enfermedades tropicales. Si viajas a destinos exóticos, conviene que acudas con un par de meses de antelación al Centro de Vacunación Internacional de tu ciudad para informarte acerca de las vacunas o precauciones necesarias en la zona. Es importante cumplir rigurosamente el calendario de vacunación que te indique el especialista.
9. Cuidado con las picaduras. Para huir de los mosquitos, prescinde de colonias o jabones con aromas demasiado dulces o intensos, ya que atraen su atención. En las zonas de mayor riesgo, también resulta conveniente usar ropa ligera que cubra toda la piel -preferentemente de color claro-, recurrir a mosquiteras por la noche y, sobre todo, aplicarse repelente de mosquitos que cuenten entre sus principios activos con la dietiltoluamida (DEET) y siguiendo las instrucciones de uso del fabricante. Llevar un producto para después de las picaduras evita también la molestia y las lesiones que se pueden producir por el rascado.
10. Prepara un botiquín con los productos esenciales y tu medicación habitual. El agua oxigenada, povidona u otros desinfectantes cutáneos, gasas esterilizadas, tijeras y esparadrapo te permitirán limpiar y curar de manera rápida una herida. No puede faltar un termómetro, preferiblemente que no sea de cristal, tu medicamento habitual para la fiebre y/o dolor, antidiarreicos, antihistamínicos y pastillas contra el mareo. Además, de estos esenciales, si padeces alguna enfermedad crónica, no olvides llevar contigo la medicación que necesitas para todo el tiempo que permanezcas de viaje y asegúrate de las condiciones de conservación, especialmente si vas a países tropicales. Es conveniente llevar los fármacos en su caja, con su prospecto y, si existe, la prescripción del médico, ya que te evitará problemas en aduanas o en caso de necesitar asistencia. Por último, no está de más que tengas localizado el centro médico más cercano en tu lugar de vacaciones, por si tuvieses que acudir a él, sobre todo si viajas con niños.
Porque la salud es lo que importa…Pon #saludentuvida
11 Replies to “Por unas vacaciones saludables”
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