• SALUDENTUVIDA recoge la entrevista del inmunólogo estadounidense que acaba de ser elegido Premio Nobel de Medicina por su trabajo basado en la activación del sistema inmune. Allison que dio lugar al primer fármaco contra el melanoma metastásico, aboga, en una entrevista concedida a EL MÉDICO INTERACTIVO, por la prevención.
• El trabajo de Allison dio lugar en 2011 a la aprobación por parte de la agencia del medicamento estadounidense del primer fármaco oncológico basado en la activación del sistema inmune, indicado contra el melanoma metastásico, que ha mostrado una alta efectividad, con tasas de supervivencia de hasta diez años, en alrededor del 20 por ciento de pacientes.
El cáncer no va a desaparecer; no vamos a conseguir derrotarlo, pero seremos capaces de luchar mejor contra la enfermedad. Por eso necesitamos en combinación con las terapias más medidas preventivas, ya que la mitad de los cánceres son evitables con unos hábitos de vida saludables”, subrayó en la entrevista concedida a EL MÉDICO INTERACTIVO el científico estadounidense James Allison (Texas, Estados Unidos, 1948), el primero en demostrar que la inmunoterapia frente al cáncer puede ser efectiva.
El trabajo de Allison dio lugar en 2011 a la aprobación por parte de la agencia del medicamento estadounidense (la FDA, en sus siglas en inglés) del primer fármaco oncológico basado en la activación del sistema inmune, indicado contra el melanoma metastásico, que ha mostrado una alta efectividad, con tasas de supervivencia de hasta diez años, en alrededor del 20 por ciento de pacientes.
Este tratamiento –el ipilimumab– ha supuesto un “cambio total de paradigma” respecto a la manera en que se aborda hoy día el tratamiento del cáncer, ha explicado Lélia Delamarre, jefa de grupo en el Departamento de Inmunología del Cáncer de Genentech y vocal del jurado que le ha otorgado recientemente en Madrid el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Biomedicina.
Hoy en día están aprobado ya varios fármacos basados en el mismo principio ideado por Allison que buscan aumentar el porcentaje de pacientes que se benefician de la inmunoterapia en melanoma y que además son efectivos contra cáncer de pulmón, riñón, vejiga y tumores de cabeza y cuello.
La inmunoterapia se basa en potenciar la capacidad del sistema de defensa del organismo para combatir y eliminar las células cancerosas de manera específica. Es una estrategia que se intenta desde hace décadas, pero que no había dado resultado hasta el trabajo de Allison. El hallazgo que cambió radicalmente la situación fue su descubrimiento, a mediados de los años noventa, de un aspecto clave en el funcionamiento de las células T del sistema inmune, responsables de combatir las células tumorales.
Fascinado por las células T
Allison se define como un investigador básico. Su fascinación por las células T le llevaron a la inmunología. Además tenía un interés personal en el cáncer, porque perdió a su madre cuando era niño por esta patología, y después a mi hermano y a dos de mis tíos -“yo también he padecido tres cánceres pero he tenido suerte porque fueron detectados en estadios tempranos, además mi mujer es oncóloga, dice sonriente”- pero quería comprender primero el funcionamiento de las células T, para luego intentar aplicar las lecciones de esta investigación básica al desarrollo de terapias contra el cáncer.
Porque Allison cree que primero necesitas la ciencia básica. “Sin ese fundamento no es posible desarrollar tratamientos eficaces. Yo siempre tuve el cáncer en mente, pero la prioridad tiene que ser siempre hacer ciencia básica, incluso sin una aplicación concreta en mente. Es lo que siempre les digo a mis estudiantes”, sostiene el inmunólogo, que desde hace treinta años mantiene una colaboración asidua con los Institutos Nacionales de la Salud, donde ha dirigido la Sección de Estudios de Inmunología Experimental o ha participado en paneles expertos sobre terapia génica, además de impulsar un think tank en biología del cáncer.
La inmunoterapia se basa en potenciar la capacidad del sistema de defensa del organismo para combatir y eliminar las células cancerosas de manera específica. Es una estrategia que se intenta desde hace décadas, pero que no había dado resultado hasta el trabajo de Allison. El hallazgo que cambió radicalmente la situación fue su descubrimiento, a mediados de los años noventa, de un aspecto clave en el funcionamiento de las células T del sistema inmune, responsables de combatir las células tumorales.
Lo primero, la ciencia básica
Allison se define como un investigador básico. “Yo cuando empecé la carrera sí tenía un interés personal en el cáncer, porque perdí a mi madre cuando era niño por esta enfermedad, y después a mi hermano y a dos de mis tíos; pero quería comprender primero el funcionamiento de las células T, para luego intentar aplicar las lecciones de esta investigación básica al desarrollo de terapias contra el cáncer. Creo que primero necesitas la ciencia básica. Sin ese fundamento no es posible desarrollar tratamientos eficaces. Yo siempre tuve el cáncer en mente, pero la prioridad tiene que ser siempre hacer ciencia básica, incluso sin una aplicación concreta en mente. Es lo que siempre les digo a mis estudiantes”.
Allison admite que la inmunoterapia no será, por sí misma, la solución definitiva: “No vamos a curar todos los tipos de cáncer”, reconoce. “Pero sí creo que en el futuro la inmunoterapia formará parte del arsenal terapéutico contra muchos tipos de cáncer, en combinación con quimioterapia y/o radioterapia. Sí creo que pronto lograremos curar a la mayoría de los pacientes, espero que incluso alcanzando hasta el 60 o 90 por ciento de los casos en algunos tipos de cáncer”, dice esperanzado.
La inmunoterapia solo para algunos pacientes
A pesar de los buenos resultados, sobre todo en cánceres como el melanoma, con escasas opciones terapéuticas hasta ahora, la inmunoterapia sigue siendo efectiva solo en un determinado porcentaje de pacientes. Algunos tumores logran bloquear el sistema de defensa inmunitario o incluso pasar inadvertido ante él, y la respuesta de los pacientes al tratamiento no siempre es predecible. Por ello, Allison insiste en que ante todo sigue siendo necesario más conocimiento básico: “La realidad es que no sabemos por qué no funciona en todos los pacientes; hay muchas personas investigando esta cuestión ahora mismo, buscando marcadores o señales para predecir quién va a responder al tratamiento, y quién no. Por eso mismo es tan importante seguir realizando buena investigación básica en este campo”, apunta.
Sobre el tema ético-social, pero también económico y la posibilidad de que el medicamente Ipilimumab -por su alto coste- pueda llegar a todos los pacientes que lo precisan, Allison reconoce que es un problema. “El coste es bastante alto porque cuesta su fabricación y porque es totalmente nuevo. Las normas para evaluar los medicamentos tienen que cambiar para este fármaco. Antes, los medicamentos para el melanoma se evaluaban por el método de la supervivencia progresiva. Empezabas a tratarlo y si había síntomas de que el tumor seguía progresando era un fracaso. El elevado coste es un problema para todos los fármacos de cáncer; tiene que hacerse algo al respecto porque son carísimos”, sentencia.
De todos modos, Allison reconoce que el coste-beneficio, según estudios llevados a cabo en Taiwan, demostraron que los pacientes tratados con inmunoterapia comparada frente a los de los tratamientos convencionales tenían menos efectos secundarios. “La gente tratada podía volver al trabajo. No se tenía que quedar en casa ‘destrozada’ por la quimioterapia y los beneficios eran equilibrados a nivel económico”, explica.
En la actualidad, Allison trabaja en MD Anderson con su colega y esposa Padmanee Sharma en un proyecto llamado la ‘Plataforma de Inmunoterapia’: “Estamos implicados en un centenar de ensayos clínicos para analizar la eficacia de estos tratamientos. Estamos estudiando tejidos de pacientes para investigar casos en los que funciona y en los que no, y analizar todos los detalles moleculares para intentar comprender los motivos por los que la terapia funciona o falla”, adelantó.
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9 Replies to “El nobel James Allison: «He padecido tres cánceres pero he tenido suerte porque fueron detectados a tiempo»”
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