• El doctor Javier Santamaría presidente de la Sociedad de Endocrinología y Nutrición de Euskadi (SEDYNE) muestra su preocupación por el imparable aumento de esta enfermedad considerada como la epidemia silenciosa del siglo XXI
• “El 12% de la población española es diabética y se debe, sobre todo, a la obesidad”
•“La nueva batería de fármacos que están ya en al mercado, inyectables y orales, nos permiten rebajar la glucosa y bajar el peso del paciente”
“La diabetes tipo II es ya la cuarta causa de muerte entre las mujeres españolas, debido principalmente a las complicaciones cardiovasculares que se cobran más vidas que el cáncer. Además lo previsible es que esta patología vaya en aumento con el paso de los años”, explica con preocupación el doctor Javier Santamaría, Jefe de Sección del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Cruces y presidente de la Sociedad de Endocrinología y Nutrición de Euskadi (SEDYNE en la entrevista mantenida con SALUDENTUVIDA y en la que hace especial hincapié en la necesidad de prevenir esta epidemia silenciosa, que actúa sin avisar y “cuando presenta los primeros síntomas ya suele ser tarde para revertir la enfermedad”. El presidente de SEDYNE ha sido uno de los participantes en el encuentro científico celebrado la semana pasada en Bilbao con la asistencia de destacados especialistas del País Vasco, en el que debatieron los últimos avances en el abordaje de esta enfermedad. “Fue una puesta al día de los nuevos fármacos que han salido recientemente al mercado, algunos de los cuales son inyectables y muy potentes a la hora de bajar la diabetes con la ventaja de disminuir el peso”, añade el especialista del hospital vizcaíno.
¿Cuál la principal causa del imparable incremento de la diabetes tipo II?
La edad es uno de los factores, pero fundamentalmente va “in crescendo” por las elevadas tasas de obesidad que estamos registrando en las sociedades modernas. El tipo de vida que llevamos actualmente hace que cada vez seamos más sedentarios, nos estemos olvidando de del ejercicio físico, de caminar aunque sea media hora diaria, de tener unos hábitos saludables, además de haber abandonado la dieta mediterránea Todo esto se traduce en diabetes, en una hiperglucemia, es decir, una cantidad excesiva de glucosa en la sangre.
Uds. los especialistas hablan ya de “diabesidad”
Sí, porque asocia a la perfección diabetes-obesidad; es un término que lo utilizamos para reflejar la unión de las dos patologías. Porque la diabetes tipo II y la obesidad van siempre de la mano. Al haber más obesos, no solo en el País Vasco, en España , sino en el resto del mundo las previsiones es que en pocos años se dupliquen las tasas de diabéticos, incluidos en los países en vías de desarrollo que están entrando de ello en esta patología.
¿Cuántas personas padecen de diabetes tipo II en el Estado?
Recientes encuestas subrayan que el 12% de la población española sufre diabetes tipo II. Una de cada diez personas la tiene, pero lo más grave es que la mitad no lo sabe; mucha gente vive feliz desconociendo su patología y cuando se le presenta de sopetón les puede provocar unas repercusiones de salud importantes como las enfermedades cardiovasculares. Los estudios que barajamos los expertos nos señalan que en seis años se pueden haber duplicado el número de diabéticos. Si seguimos engordando en este periodo pasaremos a tener el 20% de la población con diabetes tipo II.
¿Les llegan a la consulta muchos pacientes sin diagnosticar?
Sí; la diabetes es una hiperglucemia y si es moderada no da síntomas; las que presentan signos de que algo va mal son las exageradas. Sin embargo, una diabetes II moderada pero mantenida a lo largo de los años al final se convierte en una hiperglucemia grave. Es aquí cuando surgen las complicaciones básicamente problemas en las arterias y dolencias cardiovasculares –ictus, trombosis, infartos…- con el consiguiente aumento de la mortalidad. Una diabetes moderada no da síntomas pero eso no significa que al paciente no le esté perjudicando el organismo. Muchas veces cuando la persona se entera de que es diabético ya ha hecho complicaciones –arterioesclerosis, por ejemplo- y lo que ya está instaurado es más difícil revertir.
¿Se trata de detectar a estas personas antes de que pasen a ser diabéticos?
En primer lugar tratar, por ejemplo, a una persona obesa para que no derive en diabética. Y luego detectar precozmente a los pacientes que la padecen pero no lo saben; hay que abordar antes de que pase a ser hiperglucémico para que con el paso de los años no sufra una cardiopatía.
¿Cuáles son los últimos avances para el abordaje de esta dolencia?
Afortunadamente para los especialistas en los últimos años se han producido cambios muy positivos en el tratamiento farmacológico para la diabetes tipo II. Van apareciendo numerosos medicamentos que nos ayudan al mejor control de esta patología, especialmente los que están saliendo últimamente al mercado. Hasta ahora contábamos con drogas que bajaban la glucosa pero lo hacían a base de producir más insulina; es cierto que ésta baja la glucosa pero también engorda con lo cual se empeoraba el control de la diabetes.
¿Era un círculo vicioso?
Sí, porque bajabas la glucemia al paciente pero también provocabas un importante aumento de peso, algo que los diabéticos llevan muy mal y que hacía que no siguieran el tratamiento. Hasta ahora abordamos la diabetes tipo II con fármacos potentes contra la glucemia, pero con el problema del peso. Era una pescadilla que se mordía la cola
¿Las nuevas fórmulas les permiten bajar la glucosa sin que el paciente gane peso?
Sí. Las distintas compañías farmacéuticas están poniendo a disposición de los especialistas una batería de medicamentos para que podamos bajar la glucosa del diabético, pero sin que gane peso, incluso provocando que lo baje. Si, porque insisto, la terapia ideal del diabético no es solo la de bajarle la glucosa, sino que pierda kilos.
¿Esas nuevas herramientas terapéuticas son orales o inyectables?
Hay algunas inyectables con las que consigues que baje peso y posiblemente sean las más potentes a la hora del tratamiento de rebajar la glucosa y el peso. Pero están saliendo otros orales que igualmente bajan los dos factores, aunque tal vez sean menos fuertes son muy efectivos. Son fármacos que favorecen la eliminación de glucosa por la orina, lo que hace perder peso.
¿La adherencia al tratamiento es mejor con un medicamento oral?
A la hora de valorar el fármaco que vas a indicar al paciente hay que tener en cuenta muchas características: su mecanismo de acción, los efectos que tiene sobre el peso, sobre la glucosa, la adherencia. En general los paciente siguen más los orales; los prefieren a los inyectables. Lo cierto es que cada diabético tiene sus peculiaridades. Por eso es bueno disponer de una batería de fármacos para que los especialistas podamos ofrecerles a cada uno de ellos el más adecuado. Lo cierto es que las indicaciones de los nuevos fármacos se han simplificado hasta unos límites que hace unos años eran impensables. En algunos casos con una pastilla a la semana es suficiente, en otros con una dosis diaria.
¿Una terapia a la carta?
Los medicamentos actuales tienen sus ventajas e inconvenientes, por eso hay que indicar el que mejor va a cada enfermo. Puede ocurrir que sea un diabético que tenga poca hiperglucemia pero sea muy obeso En este caso nos decantaríamos por uno más potente que nos ayudará a reducir el peso. Cada fármaco debes de ir adecuándolo; se trata de individualizar la terapia; no vale lo mismo para todos; no hay una sola indicación porque la diabetes tipo II tiene muchas facetas. Por suerte hoy en día tenemos muchas alternativas para ofrecerles a estos enfermos. En la medida de lo posible les individualizamos los tratamientos.
Pero la insulina sigue siendo el fármaco más importante para la diabetes
Y el más tradicional porque la diabetes es una deficiencia de insulina; es el más importante que hay. Sin embargo, la insulina tiene el efecto secundario de que se gana peso y, como he subrayado antes, hay personas para las que puede ser contraproducente porque si ya de por si son obesas con la insulina pueden engordar más y, por lo tanto, con ella no solo no se logra atajar la diabetes, sino incluso empeorarla en algunas circunstancias.
En EE.UU. esta epidemia va in crescendo en niños ¿también aquí?
No. La diabetes tipo II en niños aquí es excepcional, prácticamente no hay casos. Hoy por hoy no tenemos ese problema con los chavales, aunque de seguir así puede que los casos, como en EE.UU., crezcan. Esta epidemia está asociada a la persona adulta y obesa.
Al margen del sufrimiento humano, la diabetes genera unos importantes costes sanitarios
Sí. Es una pandemia que provoca grandes gastos a los sistemas de salud del Estado y del mundo. De seguir así será difícil que puedan soportarlos. Si ese 12% de la población hace infartos, trombosis, ictus… eso disparará hasta límites inimaginables los gastos en Salud. Por eso los especialistas abogamos por estrategias preventivas, por tratar a todos esos pacientes antes de que tenga todas esas complicaciones. Es un problema sanitario de primer orden y de salud pública. Las autoridades sanitarias tendrían que estar más trabajando más en este tema y concienciar a toda la sociedad para que se implique a la hora de frenar esta epidemia silenciosa. ¿Cómo? Haciendo campañas que fomenten los hábitos saludables, que conciencien sobre los problemas derivados de la obesidad, que se anime a la población a que retome la dieta mediterránea, a que camine media hora diaria….
Porque la salud es lo que importa…pon #saludentuvida
10 Replies to ““Si seguimos engordando en seis años se duplicarán las personas con diabetes tipo II»”
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