• Las bajas temperaturas afectan al cabello, que sufre alteraciones y se vuelva más seco y áspero, alterando su estructura.

Con la bajada de las temperaturas el cabello sufre alteraciones debido a que el frío y la humedad provocan que se vuelva más seco y áspero, alterando su estructura. Además, el cuero cabelludo se reseca y sufre una falta de hidratación que tiene como consecuencia una producción excesiva de caspa. Desde MC360, clínica especializada en salud capilar, recomiendan prestar especial atención al cabello durante los meses de invierno con el fin de reducir los efectos negativos que el frío tiene en el cabello. Para ello, el director médico de MC360, el doctor Pablo Naranjo, analiza cuáles son los principales problemas del pelo en esta época del año y enumera los consejos para evitarlos.

Frena el encrespamiento. La electricidad estática que tanto altera el peinado se produce porque el aire seco favorece que el cabello se cargue de iones negativos. Para acabar con el encrespamiento es recomendable utilizar un peine en lugar de un cepillo y, además, es recomendable moderar el uso de gorros ya que aporta mucha electricidad a la melena. Un problema que se reduce con la aplicación de sérum en las puntas para sellar las fibras capilares. Se debe cuidar también la cantidad y el tipo de champú que se emplea en el lavado ya que las propiedades astringentes de la espuma aumentan la electricidad del pelo. Estas son algunas recomendaciones de los expertos:

Aumenta la hidratación. El frío contrae las fibras capilares haciendo que llegue menos sangre al cuero cabelludo, lo que provoca que esté menos nutrido. Y, además, la calefacción seca el ambiente y también el cabello, que presenta una falta de hidratación, provocada, también, por el frío del exterior. En este sentido, el pelo deshidratado presenta una estructura porosa que produce que se encrespe y presente mayor facilidad para enredarse.

Reduce el exceso de calor. El uso prolongado de elementos de calor a alta temperatura estropea la estructura del cabello puesto que daña la cutícula del pelo haciendo que no luzca brillante ni sedoso. Y es por ello que resulta aconsejable utilizar el secador y las planchas a una temperatura media en día alternos o incluso prescindir de ellas, al igual que el lavado del cabello debería realizarse con agua templada. “Si al final del secado se vuelve a pasar el secador con aire frío, esto ayudará a que se cierren las hebras que se han abierto con el aire caliente”, señala el director médico de MC360. La aplicación de productos enriquecidos con extractos de aceites naturales sin aclarado previenen el daño y hacen que la cutícula sea más suave, por lo que ayudarán a mejorar el aspecto del cabello.

Incorpora minerales y vitaminas a la dieta. Cuando el pelo presenta un aspecto seco como consecuencia de una estructura dañada, resulta conveniente incluir en la alimentación productos nutricosméticos ricos en aminoácidos, zinc (marisco), selenio (frutos secos), vitaminas A y D (huevo), Vitamina D (pescado azul) y Vitamina C (coles, brócoli o kiwi).

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