•La única forma de luchar contra el COVID-19 es desde un enfoque global, ha explicado la ONU en la presentación de su plan de respuesta humanitaria.
•El jefe humanitario de la ONU advierte de que no ayudar ahora a los países vulnerables a combatir el coronavirus podría poner en riesgo a millones de personas y dejar que el virus circule libremente por todo el mundo.
•La ONU ha presentado una respuesta humanitaria global por valor de 2 billones de dólares (casi 1.900 millones de euros) para luchar contra el COVID-19 en 51 países de América del Sur, África, Oriente Medio y Asia.
•Se insta a los gobiernos a que se comprometan a apoyar plenamente el plan global de respuesta humanitaria, a la vez que mantienen la financiación de los llamamientos humanitarios ya existentes.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha presentado hoy un plan coordinado de respuesta humanitaria global por valor de 2 billones de dólares (casi 1.900 millones de euros) para luchar contra el COVID-19 en algunos de los países más vulnerables del mundo, en un intento de proteger a millones de personas y evitar que el virus siga circulando alrededor del mundo entero.
El COVID-19 ha matado ya a más de 16.000 personas en todo el mundo y se han reportado casi 400.000 casos. Se está afianzando en todo el mundo y ahora está llegando a países que ya se enfrentaban a crisis humanitarias debido a conflictos, desastres naturales y al cambio climático.
El plan de respuesta lo implementarán agencias de la ONU junto con ONG internacionales y consorcios de ONG, que desempeñarán un papel directo en la respuesta. De esta manera, se procederá a:
- Suministrar equipamiento esencial de laboratorio para diagnosticar el virus y suministros médicos para tratar a las personas.
- Instalar puntos de lavado de manos en campamentos y asentamientos.
- Poner en marcha campañas de información pública sobre cómo protegerse y proteger a otros del virus.
- Establecer puentes aéreos y centros en África, Asia y América Latina para llevar a los trabajadores humanitarios y suministros a donde más se necesitan.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha explicado:
“El COVID-19 está amenazando a toda la humanidad, por eso que toda la humanidad debe defenderse. Las respuestas individuales de los países no serán suficientes. Debemos acudir en ayuda de los ultravulnerables: millones y millones de personas que tienen menor capacidad de protegerse. Es una cuestión de solidaridad humana básica y es crucial para combatir el virus. Es el momento de dar un paso adelante en favor de las personas vulnerables”.
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, ha dicho:
“El COVID-19 ha trastocado la vida de algunos de los países más ricos del mundo. Ahora está llegando a lugares donde la gente vive en zonas de guerra, tiene dificultades para acceder a agua limpia y jabón, y no tiene ni siquiera la esperanza de una cama de hospital si enferma gravemente.
Abandonar a los países más pobres y vulnerables del mundo a su suerte sería cruel e imprudente. Si dejamos que el coronavirus se propague libremente en estos lugares, estaríamos poniendo a millones de personas en una situación de alto riesgo, regiones enteras se sumirían en el caos y el virus tendría la oportunidad de dar la vuelta al mundo.
Los países que están luchando contra la pandemia desde casa están dando prioridad, debidamente, a las personas que viven en sus propias comunidades. Pero la dura realidad es que no protegerán a su propia gente si no actúan ahora para ayudar a los países más desfavorecidos.
Nuestra prioridad es ayudar a esos países a prepararse y continuar apoyando a los millones de personas que dependen de la asistencia humanitaria de la ONU para sobrevivir. Con los fondos necesarios, nuestro esfuerzo en dar una respuesta global servirá para equipar a las organizaciones humanitarias con las herramientas para combatir el virus, salvar vidas y ayudar a contener la propagación del COVID-19 en todo el mundo”.
El director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha asegurado:
“El virus se está propagando en países con sistemas de salud débiles, incluidos algunos que ya se enfrentan a crisis humanitarias. Esos países necesitan nuestro apoyo, por solidaridad, pero también para protegernos a todos y ayudar a reprimir esta pandemia. Al mismo tiempo, no debemos luchar contra la pandemia a costa de otras emergencias humanitarias de salud”.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha dicho:
“Los niños son las víctimas ocultas de la pandemia de COVID-19. El confinamiento y el cierre de escuelas están afectando a su educación, a su salud mental y al acceso a servicios básicos de salud. Los riesgos de explotación y abuso son más altos que nunca, tanto para los niños como para las niñas. Para los niños desplazados o que viven en contextos de conflicto, las consecuencias no tendrán nada que ver con lo que hemos visto hasta ahora. No debemos defraudarles”.
Lowcock, Tedros y Fore se han unido a la presentación virtual del Plan Global de Respuesta Humanitaria para el COVID-19 a través de videoconferencia. Juntos, han pedido a los Estados miembros de la ONU que se comprometan a frenar el impacto del COVID-19 en los países vulnerables y a contener el virus a nivel mundial, brindando el mayor apoyo posible y manteniendo su compromiso con los llamamientos humanitarios ya existentes. Llamamientos que actualmente ayudan a más de 100 millones de personas que ya dependen de la asistencia humanitaria de la ONU para sobrevivir.
A los Estados miembros se les ha advertido de que cualquier desvío de fondos de las operaciones humanitarias existentes generaría un entorno en el que se podrían extender el cólera, el sarampión y la meningitis, en el que habría más niños desnutridos y en el que los extremistas podrían tomar el control. Es decir: un caldo de cultivo perfecto para la expansión del coronavirus.
Para activar el plan de respuesta, Lowcock ha liberado 60 millones de dólares adicionales procedentes del Central de Respuesta a Emergencias (CERF, por sus siglas en inglés) de la ONU. Esto eleva el apoyo del CERF a la respuesta a la pandemia COVID-19 a 75 millones de dólares (69 millones de euros). Además, los fondos comunes de los países han destinado a este fin más de 3 millones de dólares hasta la fecha (2,77 millones de euros).
Esta nueva asignación del CERF, una de las más grandes jamás realizadas, apoyará al Programa Mundial de Alimentos (PMA) para garantizar la continuidad de las cadenas de suministro y el traslado de trabajadores humanitarios y artículos de ayuda; a la Organización Mundial de la Salud (OMS), para contener la propagación de la pandemia; y a otras agencias para proporcionar ayuda humanitaria y protección a los más afectados, incluidas las mujeres y las niñas, los refugiados y los desplazados internos. Ese apoyo incluirá esfuerzos en materia de seguridad alimentaria, salud física y mental, agua y saneamiento, nutrición y protección.
Porque la salud es lo que importa…Pon #saludentuvida
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