Los sanitarios de AP, al borde del hartazgo

“Cuando te encuentras con la sala de espera de tu centro de salud vacía, te asustas.Piensas que algo muy fuerte está ocurriendo”, reflexiona para EL MÉDICO INTERACTIVO la doctora María Ángeles Learte, actual portavoz del Foro de Atención Primaria (AP) y representante de la SEPEAP (Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria).  “Con el paso de los días te vas acostumbrando a la nueva situación provocada por la pandemia de Covid-19. Pero los sanitarios estamos al borde del hartazgo. ¿Qué hará la administración después de esto? ¿cómo actuará con los profesionales contratados en precario que se han jugado la vida?, ¿los echarán a todos?”, se pregunta con inquietud. “Los Gobiernos deben de ser conscientes de que el facultativo de AP y los pediatras son los que acompañan al paciente en el día a día; por eso hay que potenciar este primer eslabón de la cadena sanitaria si queremos que nuestra ciudadanía tenga la asistencia que se merece”, recalca.

La especialista tiene la sensación de que les han echado a los pies de los caballos. “”Desde el Foro y desde todas las asociaciones que trabajamos en AP reclamamos la necesidad de refuerzos, porque estamos en una crisis sanitaria desconocida e inmensa y, además,  ya estábamos en una precariedad absoluta desde hace muchísimo tiempo; las consultas estaban saturadas, nos cubríamos las consultas unos a otros, no había permiso de formación, todo lo que hacíamos era a costa de sobrecargar a un compañero. Llega un momento que dice que no puedes mas”. Parece una llamada de apremio a la que responder de forma inmediata si no queremos que el sistema se sitúe al borde del colapso como sucedió al comienzo de la pandemia por COVID-19.

La Dra. Learte recuerda que “la pandemia se ha focalizado en los hospitales, pero la AP siempre ha estado ahí, intentado detectar los casos de COVID, tratarlos en casa y evitar en la medida de lo posible no derivar a los pacientes afectados a los hospitales. Todo ello, a pesar del déficit que hemos tenido por los múltiples recortes durante muchos años, porque la  falta de medios económicos y humanos ha sido tremenda y ahora se pone más de manifiesto”.

La labor de la AP ha sido y seguirá siendo fundamental. “Porque quienes trabajamos en ella tenemos su historia clínica; contamos con la ventaja de la cercanía con las personas y sabemos lo que les ocurre. Al disponer de su historial médico podemos vigilar y atenderles mejor, aunque con mayor riesgo”, se sincera la doctora, quien se muestra orgullosa de la labor de los sanitarios en todas sus especialidades, “porque hemos hecho un seguimiento junto a la enfermería de nuestros pacientes. Además, aunque el virus está ahí, sigue habiendo personas con dolencias asmáticas, pacientes crónicos y pluripatológicos, y niños con patologías a los que se ha seguido atendiendo”, puntualiza satisfecha.

Es contundente al señalar que si la AP no hubiera funcionado como lo ha hecho, el colapso de las UCI hubiera sido total. “Las Unidades han estado trabajando por encima de sus posibilidades, pero sin nuestra labor no habrían podido  atender a los pacientes. Eso se ha hecho con el aislamiento y con la AP, si no se hubieran colapsado los servicios de urgencias. De hecho, los sitios donde se han retirado médicos de AP han ido mucho peor; porque la función de los médicos de familia es fundamental para la atención de los pacientes. Es el pilar del sistema sanitario”, insiste en señalar la doctora María Ángeles Learte.

A su juicio,  el facultativo de Primaria es la única manera de que la población tenga una atención directa e inmediata por un médico que le conoce, que sabe lo que le pasa, cómo lo vive. “No es lo mismo que le haga  una atención telefónica una persona desconocida que tu propio médico. Desde la AP se ha realizado una labor muy, muy importante. Y se seguirá haciendo” recalca la doctora. “Hay pruebas que no se han dejado de hacer, pero conforme vayamos avanzando en la desescalada  tenemos que volver a normalizar la situación, aunque nunca será como antes. La labor de la AP es vital y lo seguirá siendo”.

Todos los sanitarios han sufrido la muerte de pacientes con el riesgo añadido, “porque los medios de AP han sido y son muy escasos. Hemos trabajado con una precariedad absoluta”. “Ha habido días en los que hemos estado con un mismo equipo toda la semana, porque no teníamos la seguridad de tenerlos limpios con el riesgo que eso conlleva”, explica con tristeza.

Sin medios

¿Pero ahora están mejor? “Un poco mejor, aunque faltan muchísimos medios para hacer una desescalada correcta; faltan  medios materiales y humanos. Por ejemplo, en pediatría hay que seguir con los programas de vacunaciones, que ya los hemos cumplido hasta los 15 meses, pero en los más mayores los hemos dejado de lado, con lo cual las coberturas no se están realizando. Hay tantas y tantas cosas que atender en la AP que siempre  ha sido la gran olvidada. A todos se nos llena la boca cuando apuntamos como un logro disponer de un sistema sanitario estupendo, peral mismo tiempo que veo trabajar a muy buenos profesionales compruebo que los medios son muy limitados. Por ejemplo, todavía no podemos hacer estudios serológicos desde primaria, así que la situación está complicada y lo será aún más”.

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