Dalila cortó a Sansón su larga cabellera para quitarle la fuerza. Mito bíblico o realidad, Bruce Willis, André Agassi y Michael Jordan, hombres fuertes, varoniles y admirados por muchas mujeres, son calvos. Sin embargo, no es la testosterona, sino la genética, la que dicta sentencia final, seguida muy de lejos por el estrés, los hábitos de vida o la concomitancia de ciertas enfermedades y tratamientos como la quimioterapia. En cualquier caso, los hombres tienen en la alopecia uno de sus miedos atávicos y, en la actualidad, existen fármacos que evitan la caída, pero ninguno revierte el problema. Tal vez la terapia con células madre ayude a resolverlo en un futuro.
Si usted ha perdido el pelo, no alardé demasiado sobre su virilidad, pero tampoco culpe a su champú ni a que se lava el pelo con mucha frecuencia. Esas ideas son mitos sobre la calvicie. “Si de verdad quiere responsables –que no culpables–, búsquelos en los genes que le trasmitieron sus padres, y después, a mucha distancia, analice su grado de estrés y sus hábitos de vida, con el consumo de alcohol, tabaco, grasas y azúcares a la cabeza; tampoco olvide repasar sus enfermedades intercurrentes y los medicamentos que toma y si ha sido tratado con quimioterapia, ya tiene el cuadro prácticamente completo de las causas de su reluciente alopecia”, explica didácticamente el doctor Eduardo López, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
EL FACTOR GENÉTICO
Es evidente que existen muchos más hombres calvos que mujeres sin pelo, ya que “la predisposición genética es el factor fundamental y determinante, pero los mismos genes de la calvicie dominantes en varones son recesivos en mujeres, por lo que su manifestación fenotípica en estas es mucho más improbable. Por eso hablamos de alopecia androgénica”, señala el doctor Xabier Eizaguirre, dermatólogo del Hospital Universitario de Cruces, en Vizcaya. Por esto mismo, ellas la llevan mucho peor: “Se ponen más pelucas y se hacen más trasplantes, injertos y extensiones”, continúa.
Por otra parte, perece que haya más calvos que nunca. “Es evidente, porque ahora vivimos más y las posibilidades de que los factores ‘de riesgo’ se manifiesten son mayores”, aclara el Dr. Eizaguirre. ¿Y aparece a edades más tempranas? “Se acepta que a los 20 años hay un 20% de calvos, a los 30 un 30%, y así sucesivamente, aumentando un 10% por década, por lo que ahora hay más, pero no necesariamente más precoces. No obstante, si comenzó precozmente, la alopecia será más pronunciada”.
Junto a la genética desencadenante, como agravantes actúan el estrés, la ansiedad, la depresión, el uso de productos agresivos para el cabello, las dietas hipocalóricas, algunas enfermedades endocrinas, etc. ¿Y lavarse todos los días el cabello? “Esto es un mito, algo absolutamente erróneo. El lavado depende de la actividad de cada uno y no influye para nada en la alopecia”, responden con rotundidad los dermatólogos, intentando desterrar esta falsedad. “Lo que sucede es que en la ducha se pierde el cabello ya muerto, pero el lavado no mata el pelo. En todo caso, utilizar productos inadecuados puede producir dermatitis, pero nunca alopecia”, apostillan.
SALUD CAPILAR
Se caen unos 60 pelos al día, así que si alguien nota que pierde más debiera revisar su higiene capilar, equilibrar su dieta, reducir hábitos tóxicos, hacer deporte moderado y normalizar su ritmo de vigilia-sueño. Con ello, reduciría el estrés y las probabilidades de perder pelo. Es conveniente también dar un descanso al cabello (utilizando menos el secador en verano, por ejemplo) y evitar tratamientos agresivos o maniobras intempestivas, sobre todo las mujeres. Si aun así persiste la caída, se debe acudir al dermatólogo.
No disponemos de productos comprobados científicamente que ayuden a recuperar el cabello del folículo ya inerte, pero sí para prevenir que se inactive. No obstante los expertos coinciden en que los únicos que han demostrado su eficacia son finasteride y minoxidil, solos o combinados, porque son capaces de impedir que la testosterona se transforme en dihidrotestosterona, que encoje los folículos pilosos, haciendo que no reciban ni sangre ni nutrientes y poco a poco se inactiven. Este proceso no sucede en la barbilla y se da poco en la zona occipital, a las que no afecta ninguna hormona, de ahí que los hombres sigan teniendo barba y muchos pierdan el pelo solo en la parte superior de la cabeza.
CABELLO SANO Y ESTÉTICA
Físicamente, se puede vivir sin cabello. “No tiene más función vital que protegernos de la radiación solar y, de hecho, el cáncer cutáneo es más frecuente en pacientes sin pelo”, apunta el doctor Eizaguirre. Otra cosa es el daño a la autoestima, el efecto psicosomático de ser o sentirse señalado como joven y calvo. ”Hay muchos estudios que demuestran el enorme impacto emocional que tiene la pérdida del cabello, sobre todo en jóvenes y también en mujeres. En una sociedad donde la imagen es tan importante, provoca una gran inseguridad. Es su importancia psicológica la que hace más necesario combatir la alopecia”, insiste el doctor López. Quizá por esto triunfen tanto los complementos nutricionales con aminoácidos azufrados y oligoelementos para prevenirla; y también por ello ha habido siempre tanto crecepelo, en forma de champú, crema u otros potingues, siempre ineficaces.
ALOPECIA AREATA
Para los expertos, es llamativo el aumento de la alopecia areata, generalmente leve, que afecta a los folículos de áreas concretas, donde el pelo se cae a mechones, dejando calvas del tamaño de una moneda e incluso mayores. “Se trata de un trastorno autoinmune, que se diagnostica más porque la gente consulta más y que suele relacionarse con el estrés. Afortunadamente, solo en el 7% de los casos produce una alopecia total”, aclaran los dermatólogos.
Por otra parte, al duro golpe de sufrir cáncer, con frecuencia se suele sumar el trauma de la alopecia completa, aunque no definitiva, después de la quimioterapia. “La calvicie es muy impactante para el paciente. Se utilizan múltiples productos preventivos, pero lo más eficaz es estimular el crecimiento del cabello con finasteride y minoxidil una vez finalizado el tratamiento. Suele recuperarse el cabello, aunque a veces sea más fino”, explican.
EL TRASPLANTE
Para quien ya haya perdido mucho cabello y sienta dañada su autoestima, está el trasplante capilar. “Hemos pasado de trasplantes agresivos y de resultado deficiente a otros no agresivos, indetectables y definitivos. La edad no es un factor a considerar, el único requisito es tener folículos activos, por ejemplo en la nuca, para llevarlos a la coronilla o a las entradas”, afirma Eizaguirre. “La irrupción de la tecnología robótica es un avance espectacular porque permite realizar trasplantes perfectos e indetectables, sin el aspecto de artefacto que tenían hasta hace bien poco. Seguramente, conoce a algún trasplantado y usted ni lo sabe ni lo nota”, confirma el doctor Eduardo López. “La única pega es su coste, ya que es una inversión cara no cubierta por la Seguridad Social, pero la estética y la autoestima tal vez lo merezcan” apostilla el doctor Eizaguirre.
Los trasplantes capilares actuales, realizados mediante tecnología robótica, son rápidos, no agresivos, eficaces y prácticamente indetectables por los demás
ESPERANZA CERCANA
Complementos nutricionales, reducir el estrés, controlar el ciclo sueño–vigilia, tratamiento con finasteride y minoxidil, injertos, trasplantes… son formas de enfrentarse lateralmente a la alopecia. “Sin embargo, en un futuro que ya está aquí, los estudios de genómica y/o proteómica permitirán identificar los genes de la alopecia, que podrán ser manipulados para que no se desarrollen y jamás produzcan calvicie” avanza el doctor López.
Por otra parte, la terapia con células madre pluripotentes humanas (iPS), capaces de generar nuevo pelo, son la otra gran esperanza para quien ya haya perdido el cabello.Según el Instituto Médico Sanford-Burnham (EEUU), muy pronto dispondremos de un tratamiento basado en estas células. “Entonces, el reto será diseñar herramientas personalizadas para modificar la predisposición genética asociada” apostilla el doctor López. En esta nueva tesitura, Bruce Willis, André Agassi y Michael Jordan deberán afeitarse para ser calvos.
*Artículo publicado por Nekane Lauzirika en la revista DINERO Y SALUD
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3 Replies to “Alopecia, entre la genética, la salud y la estética”
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