• En el 18 de noviembre, Día Nacional del Paciente Anticoagulado, los expertos recuerdan  que más de 100.000 pacientes no tienen acceso a los nuevos anticoagulantes orales.

 Unos 800.000 españoles siguen tratamientos anticoagulantes para prevenir tromboembolismos venosos y arteriales.

Un 9% de los pacientes con fibrilación auricular  no están diagnosticados

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Hay un número no desdeñable de pacientes que tienen que estar anticoagulados y no lo están. Algunos de ellos no saben que tienen fibrilación auricular.

 Cerca de 100.000 pacientes no tienen acceso a los nuevos anticoagulantes orales de acción directa (ACODs) en España, más seguros y eficaces que los tratamientos clásicos, según datos del informe Adecuación de la prescripción de los nuevos anticoagulantes orales en España. Propuestas de mejora de Daiichi Sankyo. Hoy en día, unos 800.000 españoles reciben tratamientos anticoagulantes para prevenir tromboembolismos venosos y arteriales, en particular la prevención del ictus (primera causa de muerte en las mujeres y segunda en hombres en nuestro país y primera causa de discapacidad adquirida en la vida adulta), o la embolia pulmonar, según datos de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN). En esta línea, Daiichi Sankyo ha puesto en el mercado un nuevo ACOD (Edoxabán) de toma única diaria que aumenta el arsenal terapéutico en el tratamiento de la fibrilación auricular no valvular (FANV).

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Con motivo del Día Nacional del Paciente Anticoagulado, que se celebra este 18 de noviembre con el lema Estoy anticoagulado, ¿sabes de lo que hablo?, los expertos destacan la importancia del diagnóstico precoz de la fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más frecuente, y que está asociada con un mayor riesgo de fallecimiento, así como de ictus, entre tres y cinco veces más. En España se estima que más de un millón de personas la padecen, de las cuales el 9% no están diagnosticadas, según el estudio OFRECE publicado en la Revista Española de Cardiología. «Tanto el paciente como el médico están bien formados en este tema, pero hay un número no desdeñable de pacientes que tienen que estar anticoagulados y no lo están. Algunos de ellos no saben que tienen fibrilación auricular. Deberían estar anticoagulados, pero carecen de diagnóstico y no lo están. Si el paciente o el médico supieran esa condición clínica, ese paciente estaría anticoagulado”, explica el doctor José Luis Zamorano, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal (Madrid) y director de la Cátedra de Trombosis de la Universidad de Alcalá.

De cara a reducir la cifra de pacientes no diagnosticados, el doctor Zamorano recalca la importancia de las campañas de concienciación como las que se realizan con motivo del Día Nacional del Paciente Anticoagulado. “Hacen falta más campañas para dar a conocer la fibrilación auricular ya que hay pacientes que la toleran bien, al encontrarse bien no van al médico y, por tanto, no se diagnostica la arritmia”, explica este especialista. Según la encuesta AFfect de Daiichi Sankyo, en la que han participado pacientes con fibrilación auricular (FA) de cinco países europeos, uno de cada cuatro experimentaba síntomas al menos un año antes de ser diagnosticados de esta enfermedad.

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Según la encuesta AFfect de Daiichi Sankyo, en la que han participado pacientes con fibrilación auricular (FA) de cinco países europeos, uno de cada cuatro tenía síntomas al menos un año antes de ser diagnosticados de esta enfermedad.

Fibrilación auricular e ictus

Las personas con FA tienen cinco veces más probabilidades de sufrir un ictus y la FA también aumenta la gravedad del ictus. El ictus o accidente cardiovascular es la primera causa de muerte en las mujeres y la segunda en hombres en nuestro país, el motivo primordial de discapacidad adquirida en la vida adulta y una de las enfermedades con mayor impacto socioeconómico (5% del gasto sanitario público).

Durante décadas, la única terapia disponible para ellos ha sido el tratamiento con los antagonistas de la vitamina K (AVK). Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado otros tratamientos,  los anticoagulantes de acción directa (ACODs) que han demostrado en los estudios clínicos un ratio de beneficio-riesgo favorable. Asimismo, han demostrado otra serie de ventajas como, por ejemplo, que no requieren una monitorización constante, ni presentan las múltiples interacciones con alimentos y otros fármacos que tienen los AVK. “Los ACODs son más cómodos, más seguros y más eficaces que los anticoagulantes clásicos”, indica el doctor Zamorano. Además, las nuevas guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) en fibrilación auricular (FA) recomiendan el tratamiento con los nuevos anticoagulantes orales de acción directa (ACODs) frente a los antagonistas de la vitamina K.

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