• No es que las Navidades sean tristes, sino que las personas con determinados cuadros depresivos o ansiosos son más vulnerables a sufrir estrés emocional durante estas fechas  

 • Durante estas fechas y en meses posteriores aumentan las consultas de personas que, como deseo de cambio para el nuevo año, adquieren un mayor coraje para pedir ayuda

  • La doctora Farrera, directora médica de Psicología de Top Doctors  nos explica las claves y consejos para que los afectados y sus familiares puedan pasar unas mejores fiestas

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Casi cinco de cada diez personas afirma que la Navidad es un momento del año que le produce un aumento generalizado del estrés

La alegría, las celebraciones y la nostalgia parecerían estar por todas partes en época navideña. Sin embargo, hay personas que lo pasan mal y, aunque desde el punto de vista psicológico no  existe una fobia puntual a estas fechas, algunos expertos ya hablan de la llamada depresión de Navidad. Según  distintos estudios sobre el control del estrés y la ansiedad, el 44% de la población afirma que la Navidad es un momento del año que le produce un aumento generalizado del estrés. Entre las actividades que en esta época generan ansiedad encontramos: realizar las compras (76%), asistir a compromisos sociales (67%), tener excesos en los gastos (65%) y el cansancio general y la saturación de fin de año (60%)

 ¿Qué pasa en estas fechas que hay personas que no las disfrutan? La doctora S andra Farrera, Directora Médica de Psicología de  Top Doctors (www.topdoctors.es), lo aclara: “no hay que culpabilizar a la Navidad”. Al contrario de lo que se pueda pensar de forma masiva, la Navidad no lleva implícita la tristeza. “No se trata de que estas fechas sean tristes, sino de que hay personas con determinados cuadros depresivos o ansiosos, que son más vulnerables a sufrir estrés emocional durante estas fechas y su sintomatología se agrava”, explica.

Son, por ejemplo, personas que han perdido a un ser querido y están pasando un duelo, personas que afrontan procesos de separación, que presentan con problemas económicos… “Cada vez más personas tienen familiares fuera, también hay muchas que están solas”, continua la doctora. “Las situaciones de estrés negativo empeoran los síntomas de todos ellos en estas fechas ¿por qué? Es muy fácil. Si tú llevas una temporada triste y te ves obligado, bajo presión social, a participar en fiestas, a transmitir alegría, a poner buenas caras, a salir… hay personas que sufren mucho”.

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A los familiares que no han padecido depresión o ansiedad les cuesta entender ese comportamiento.

Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Año Nuevo, Reyes… “Los momentos son muchos. Son días de compras, de comer, de beber, de muchos gastos extras. Y cómo son fiestas dirigidas a los niños, nos sentimos habitualmente más obligados”. Asimismo, los familiares que no han padecido depresión o ansiedad les cuesta entender ese comportamiento. Son días alegres para ellos y no entienden o desconocen que estas fechas navideñas agravan los síntomas de las personas con trastornos del estado de ánimo.

¿Cómo pueden estas personas pasar unas mejores Navidades?

–        Recordando que es normal estar más triste en Navidad si padecen ansiedad o depresión y que tras pasar estos días de “obligaciones familiares y/o sociales”, donde se espera que estén alegres, se encontrarán mejor.

–        Buscando actividades de ocio personal como salir a pasear, hacer ejercicio físico, ir al cine, al teatro o actividades donde no haya grupos.

–        Pidiendo ayuda. Si creen que necesitan ayuda que no esperen a que pasen las fiestas y que la soliciten enseguida. Cuanto más se espera el paciente en buscar ayuda clínica, más cuesta tratarlo.

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La mejor forma de ayudar a estas personas es no forzarles o exigirles estar alegres.

¿Cómo pueden los familiares ayudar para que estas personas puedan pasar unas mejores Navidades?

–        No forzarles o exigirles estar alegres

–        Agradecerles el esfuerzo de antemano y expresarles con  empatía que saben que ellos no están bien y que tan sólo con la presencia o el esfuerzo de participar,  es mucho para ellos.

–        Evitar que sean el centro de atención en las reuniones. No preguntar sobre el estado de ánimo o fármacos que toman.

–        No dar ánimos explícitos. Hay expresiones contraproducentes como “ánimo”, “ya se te pasará” o “tranquilo”, son palabras que afectan mucho a las personas con depresión o ansiedad.  Es mejor hablar de cosas genéricas.

–        Evitar temas polémicos que confronten al grupo, como política, etc

–        Reír en grupo. La risa es contagiosa y aumenta el estado de ánimo y la sensación de bienestar a todos.

Los sentimientos de tristeza se intensifican, sobre todo, en las personas con sintomatología de estrés y depresión que no siguen tratamientos médicos. Las personas que van a consulta han aprendido a manejar emociones y saben mejor cómo afrontar los sentimientos que afloran en Navidad. “Durante estas fechas y en los meses posteriores, aumentan las consultas clínicas en el ámbito psíquico. Hay muchas personas que durante estas fechas y de cara a sus propósitos de cambio para al año nuevo, adquieren un mayor coraje y demandan ayuda psicológica y médica”, añade la Dra. Sandra Farrera.

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